HISTORIA DE LA ALFABETIZACIÓN EN GUATEMALA

 En Guatemala, las causas del analfabetismo se explican históricamente,  en el marco de una estructura socioeconómica, política y cultural, desigual e injusta, que se manifiesta en el estado de pobreza, miseria y estancamiento en que vive el país, añadiéndose la ausencia de un alfabeto en lenguas indígenas.

 Lo anterior evidencia la conciencia que debe tenerse, de que el analfabetismo trasciende los límites de un problema estrictamente educativo para identificarse como un problema social.

 A partir de esta premisa, se ha considerado fundamental que dentro de las políticas y estrategias que se establezcan para superar este problema, deben definirse acciones muy concretas, dinámicas y realistas, para afrontar el analfabetismo.

 A partir del año 1945 se inició en forma sistemática el proceso normativo de alfabetización mediante la emisión del Decreto No. 72 de fecha 8 de marzo de 1945, lo cual generó la realización de 11 campañas de Alfabetización y la institucionalización del Programa Nacional de Alfabetización a través de dependencias especializadas del Ministerio de Educación.

 Esta Ley estuvo vigente hasta el año de 1978.  El 9 de junio de ese mismo año, fecha en la cual  mediante el Decreto 9-78 del Congreso de la República, se emitió una nueva Ley de Alfabetización.  En este período se puso en marcha un Plan de Alfabetización denominado Movimiento Guatemalteco de Alfabetización ( MOGAL )  que funcionó durante los años 1981-1982.

 No obstante los diversos esfuerzos normativos, realizados en este periodo, en materia de alfabetización en el país, los cuales promovieron una serie de acciones en materia en pro de dar batalla al analfabetismo; los resultados, aunque en alguna manera positivos, no tuvieron mayor significación para la dimensión real del problema; lo anterior debido a las características propias de dichas acciones que pueden sintetizarse así: 

  • Su tendencia escolarizante. 
  • La acción alfabetizadora se redujo a una mecánica de lecto-escritura y cálculo elemental, sin asociarla a las prácticas de trabajo y a los intereses y necesidades de los adultos analfabetos. 
  • La tarea nacional que se requiere no fue mantenida en forma sistemática y continua. 
  • En algunos casos se planificaron, pero no se operativizaron claramente las acciones de la alfabetización en forma integral. 
  • El enfoque multisectorial no logró la conceptualización y la operatividad requeridas en los distintos niveles. 
  • Los contenidos y materiales elaborados no permitieron demostrar su congruencia con las necesidades de la realidad guatemalteca. 
  • Los procesos de investigación inicial para lograr que las acciones alfabetizadoras fueran eficientes y eficaces, pero resultaron incipientes y descoordinadas. 
  • La evidente falta de previsión para un proceso de postalfabetización, a efecto de lograr la trasformación de un ambiente iletrado, en un ambiente de variado y constante material escrito formativo e informativo al alcance de los neoalfabetos. 
  • La falta de respuesta a las necesidades de la población de un país multicultural y multilingüe. 
  • Leyes cuyo incumplimiento no fue sancionado.

 Ante este panorama esfuerzos de sector público y privao , lograron que el cinco de agosto de mil novecientos ochenta y seis, se modificará la Ley de Alfabetización vigente, mediante Decreto número 43-8, del Congreso de la República, y más tarde el 15 de marzo de  1,991, es publicado el Reglamento de la ley de Alfabetización, Acuerdo Gubernativo No. 137-91, desde ese entonces todos los esfuerzos realizados para disminuir y paulatinamente erradicar el analfabetismo en nuestro país, han sido rectorados por el Comité Nacional de Alfabetización –CONALFA-.

Actualmente Guatemala tiene un índice de analfabetismo de 12.31%, tomando en consideración que en 1986 este índice superaba el 52%, vemos que se ha avanzado positivamente, sin embargo las causas del analfabetismo aún persisten y se pueden agrupar en sociales, económicas y de cobertura educativa de los niveles pre-primario y  primario en las áreas rurales y urbanas marginales.

Económicas:
El analfabetismo tiene sus raíces más hondas en el atraso económico, que impera en las regiones rurales.  Desde este punto de vista, deja de ser un problema estrictamente escolar para convertirse en un problema económico.

El desempleo, los empleos mal remunerados y la economía informal obligan a los padres de familia a utilizar a los hijos como mano de obra para poder agenciarse de sus exiguos ingresos, con lo cual se reproduce la espiral del analfabetismo.

El 38% de la población indígena rural subsiste con menos de un dólar diario, lo que consecuentemente imposibilita una alimentación adecuada, que les permita contar con las calorías mínimas, y de esta formar  realizar sus tareas diarias y  posteriormente participar en actividades de carácter educativo.

En los últimos quince años el país ha logrado algunos avances en la reducción de la pobreza general (del 62% al 57%), no obstante al menos la quinta parte de los guatemaltecos sigue subsistiendo en condiciones de pobreza extrema.

La pobreza extrema (21%) afecta también las áreas urbanas y se hace más patente, nuevamente entre la población indígena

Sociales:

Actualmente se continúa dando la marginación de grandes masas de población, respecto a los beneficios que acompañan el manejo hábil y consciente de la cultura escrita, posicionando a la población que no lee ni escribe en la base de la pirámide y dentro de esta población el problema se agrava en las mujeres y más en la indígena, lo que contribuye a que está población este marginada de los procesos de desarrollo y vivan en una crítica situación de pobreza y estancamiento. 

Cobertura:

Cada año se suman un aproximado de 42,000 analfabetos en el país. El 60% de éstos corresponde a niños y niñas que se inscriben en primer grado, pero abandonan la escuela antes de aprender  a leer y escribir. El 40% restante se refiere a personas que nunca ingresan al primer grado. Esto implica que la adición de nuevas personas analfabetas se podría evitar, en gran medida, mejorando la retención en la escuela y la cobertura en los niveles preprimario y primario para niños y primaria para adultos.

Todavía se observa baja cobertura del sistema educativo nacional, especialmente en los niveles de educación preprimaria y primaria en las áreas rurales y urbanas marginales. Dispersión geográfica de la población escolar en las áreas rurales del país.

Elevada deserción del nivel primario, específicamente en el primer grado, aunado a la falta de convencimiento de los padres de familia sobre los beneficios y oportunidades que brinda la escuela primaria y la alfabetización como herramienta instrumental de desarrollo. En algunos casos los problemas económicos hacen imperceptibles la satisfacción de las necesidades educativas.

La calidad es otro factor que incide en que los alumnos no le encuentren sentido a la educación primaria al no obtener una formación con pertinencia lingüística, cultural, antropológica, pedagógica y psicológica, basada en estándares internacionales educativos.

A pesar de estos retos, CONALFA ha diseñado una estrategia específica de alfabetización para el periodo 2017-2020, como meta inicial esperamos poder bajar los índices de analfabetismo al 4% para el año 2021, a través de la inclusión de todos los sectores nacionales en el proceso de alfabetización, directa o indirectamente, como formadores de procesos productivos, emprendedores innovadores o tecnológicos, o posicionando la importancia del proceso de alfabetización.

La estrategia Guatemala Por la Alfabetización busca rescatar la rectoría del CONALFA, buscando alianzas estratégicas que permitan formar integralmente al participante porque Alfabetización es “Desarrollo integral para toda la vida”